¿Para qué habría de comprometerme con mi empresa si estoy quemado?
Las razones nunca deberíamos buscarlas en el contexto de la relación entre la empresa donde trabajamos y nosotros. Si uno esta fastidiado, desganado y, a fin de cuentas, quemado, lo será por varias razones, y todas buenas. Las razones son lo de menos. Todos nos encontramos como nos encontramos por alguna razón.
Si crees que tu empresa no se merece a un profesional como tú y, por consiguiente, no vas a darle ni un minuto más, ni un desempeño mejor, tendrás razón. Y ese es el problema. Ese es el obstáculo para huir de una rutina soporífera y frustrante.
Pregúntate cómo vas a salir del bucle en el que estás, desmotivado, desganado, falto de expectativas y sin posibilidad alguna de promocionar (recuerda que estás quemado).
La ciencia dice que la materia es energía en movimiento. Lo que proyectamos al exterior es el resultado de nuestra experiencia interior, nuestra energía personal. Si mi energía es de hastío, eso es lo que proyectaré al exterior, así que las posibilidades de salir de mi empresa y recalar en otra mejor se diluyen en la misma medida en que esté hastiado. Si estoy quemado y así se me percibe, las posibilidades de cambiar de puesto, de empresa o de promocionar serán inversamente proporcionales a mi nivel de frustración. Cuanto más quemado esté menos posibilidades tendré de salir de esa situación.
¿Por qué el compromiso es la respuesta? porque no es organizacional, no se trata de satisfacer las necesidades de la empresa, ni de contentar al jefe, ni de alimentar su ego. El compromiso no ha llegado para ganarte el favor o la aprobación de tus colegas. ¿Para qué está el compromiso? ¿A quién sirve?
A ti.
A nadie más.
El compromiso es una actitud personal. Tiene que ver contigo y solo contigo. Actuar como una persona comprometida te coloca en el mejor espacio para saltar de dónde no quieras estar a dónde quieras estar; así de sencillo.
Cualquier pauta de comportamiento de connotaciones negativas te dejará donde estás, justo donde no quieres estar. Solo prolongarás ese estado de inacción, de inapetencia, de impasibilidad, de falta de iniciativa, de conformismo, de actuar como la víctima que sientes que eres. Y con todas las razones, que son todas buenas porque son tus razones.
Si te comprometes a dar lo mejor, tu jefe lo recibirá, tu empresa lo recibirá, tus compañeros lo recibirán, y puede que no te lo reconozcan, ni te lo premien, puede que lo ignoren. Sucede. La gente se quema por algo; uno no llega a una empresa con el objetivo de quemarse. Pero tú no vas a comprometerte ni con la empresa, ni con tu jefe, ni con tus colegas. Tú te comprometes solo porque tu compromiso es tu lanzadera. Sólo saldrás de la situación desde ese lugar ¿Y por qué?
Porque no hay otro, salvo que al azar le llames lugar y te parezca bueno.
El mercado es una entidad viva, sistémica, voluble, sensitiva, y capta todas las sutilezas y energías de la gente, de las empresas, de las organizaciones. Si el mercado te percibe quemado, eso es lo que le quedará. Si el mercado te percibe comprometido, eso es lo que recogerá. Si quieres salir de tu situación de burnout, comprométete contigo mismo, da lo mejor de ti, ofrece tu cooperación a los demás, aunque no te la compren, ofrece tus iniciativas, aunque no te las compren, ofrece tu ayuda, aunque no te la compren.
Es decir, vuela más alto
Y veamos qué pasa.
Y tómate tu tiempo, sé paciente, sé constante, y confía. Esto último es importante.
© François Pérez Ayrault
Muy interesante Francois.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que relatas en este artículo. Todo hay que hacerlo en primer lugar por nosotros mismos y no por los demás, ni para su reconociminto. Eso nos enriquece.
Me gustaría seguir recibiendo más artículos tuyos.
De hecho, Nuria, la forma de servir mejor a los demás es desde el desapego al resultado. Esta forma es ejemplarizante e inspiradora y genera impacto. Pero solo cuando me olvido del resultado que quiero. Muchas gracias por el comentario, pese a la tardanza en responderte. François.