Responsabilidad individual
¿Se nos ocurre algo más volátil, incierto, complejo y ambiguo que el COVID19?, mejor dicho, ¿podíamos imaginar el escenario económico y social que ha provocado el COVID19?
El COVID19 ataca a países con fuertes y sólidas infraestructuras sanitarias, países acomodados, emergentes, países con democracias consolidadas y bien dotados económicamente.
Está bien saber y reconocer que somos vulnerables, que somos frágiles. Y, según las autoridades sanitarias, la clave para salir de esta situación es la responsabilidad individual.
Responsabilidad individual no es individualismo, no es velar y asegurar la supervivencia de cada uno. Ese enfoque no es la visión. La responsabilidad individual es hacerse responsable de la supervivencia de todos, de la mía y de la de mi hermano, de la de mi vecina, de mi jefe, de mi madre, de mis hijas, de mis amigos, del político al que voto y del político al que jamás votaré. Esto es lo que encierra el mensaje que COVID19 nos envía a través de la pandemia.
Responsabilidad individual es hablar, en su visión más elevada, de fraternidad, es aceptar mi papel y mi rol en la supervivencia de todos. Es hacer lo que corresponde hacer para que TÚ y yo, superemos la actual situación.
El management tienen la virtud de anticiparse conductualmente a las necesidades actuales y futuras. Cuando más hincapié se hace en el desarrollo de habilidades asociadas a la inteligencia emocional: autoconsciencia, empatía y habilidades sociales, para un modelo de liderazgo consciente y avanzado; cuando creíamos prepararnos para gestionar la complejidad creciente, aparece un fenómeno global que nos pone a prueba para entender de qué hablamos cuando hablamos de responsabilidad individual.
Seguir aprendiendo
Podemos experimentar algo tan poderoso y abrumador como que la conciencia colectiva produce extraordinarios resultados colectivos. Porque ahora tenemos la responsabilidad individual de actuar colectivamente para liderar y gestionar el futuro incierto y cambiante que modificará las reglas del juego. Es la oportunidad de caminar hacia un nuevo paradigma, más solidario, más sostenible, más generoso, más altruista. No será, como anticipan algunos, el fin de la globalización, sino la oportuna reflexión común acerca del verdadero significado de la globalización.
Es la oportunidad para aprender y experimentar una nueva conciencia colectiva que nos abra a una etapa marcada por el reconocimiento de nuestra fragilidad, de nuestra vulnerabilidad y comprender más y mejor a aquellos que la llevan mostrando y experimentando muchos años, sin que, colectivamente, hayamos sido capaces de transformar su realidad.
Autores como Frederic Laloux y Otto Scharmer y otros, ya nos proponían, antes de la pandemia, nuevos paradigmas, que no terminan de calar en nuestro tejido empresarial e industrial, por las suspicacias new age que se confrontan a nuestros viejos modelos de gestión y nuestros estilos autocráticos de liderazgo.
Ahora vemos como los efectos del COVID19 están siendo devastadores. No podemos evitar sus consecuencias, pero podemos aprender todos mucho de ello.
Empezando por el verdadero significado de la responsabilidad individual.
© François Pérez Ayrault 2020
Gracias Francois
Me ha parecido muy acertada esta reflexión sobre la responsabilidad individual, tan elemental e invisible en nuestro día a día y que un virus ha puesto en evidencia sin necesidad de microscopio.
Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo
María Ángeles Longarte
Gracias a ti, María Ángeles, por tu comentario. Celebro que te guste. Un abrazo, François