¿Cómo aprendemos?

El aprendizaje es la mayor ventaja competitiva en el contexto actual de cambio e incertidumbre. Sin embargo, muchas organizaciones experimentan cierta desazón al abordar este complejo proceso en que consiste aprender a aprender. La razón es simple. Chris Argyris lo resumió de forma muy gráfica con el famoso ejemplo del termostato. Un termostato activa la calefacción y la regula a partir de un comando que se activa cuando llega a una determinada temperatura. Este sería un aprendizaje de circuito simple. Es lo que hacemos, más o menos, cuando vamos a la escuela, a la universidad, hacemos un máster, etc. Ahora bien, si el termostato fuera capaz de preguntarse porqué se activa a determinada temperatura, y luego explorase si habría otras vías para mejorar la eficiencia energética, estaría efectuando un aprendizaje de circuito doble.

El esfuerzo del aprendizaje de circuito doble.

Ciertamente, este último patrón de comportamiento es complejo, exigente y esforzado. De ahí que tengamos más desarrollado el patrón reactivo de circuito simple a partir de conectar nuestras respuestas con nuestras experiencias pasadas, nuestra formación, nuestros sesgos más inconscientes. Si el problema o el reto es sencillo, bien puede valer, pero si el problema es complejo, y los problemas cada vez son más complejos, este modelo de aprendizaje es insuficiente.

Aprender a aprender a partir de uno mismo.

Por consiguiente, el éxito en los negocios depende, cada vez más, del aprendizaje, pero la mayoría de la gente no sabemos cómo aprender. Debemos reflexionar y aceptar las limitaciones de nuestra propia conducta respecto del aprendizaje y abrirnos a identificar las formas en que, sin darnos cuenta, muchas veces contribuimos a crear más problemas de los que resolvemos. A veces, la forma en cómo definimos y resolvemos los problemas pueden ser, en sí misma, una fuente de más problemas.
La mirada al exterior acerca de la naturaleza de los problemas es la principal barrera que debemos traspasar para centrarnos en nuestros propios comportamientos y pensamientos, identificando patrones y hábitos que pueden estar frenando nuestro aprendizaje.

Lo que no sé, más poderoso que lo que sé.

Por lo tanto, es mucho más edificante y transformador admitir lo que no sabemos, mucho más que lo que sabemos. Como dijo el mítico jugador de béisbol Mickey Mantle. “Es increíble todo lo que no sabes sobre el juego al que has estado jugando toda la vida”.
En suma, aprender a aprender será, en estos tiempos de incertidumbre, complejidad e inteligencia artificial, la mayor ventaja competitiva. La humildad, la reflexión crítica, el feedback serán el pilar sobre el que se habrá de desplegar un liderazgo adaptativo, inspirador y transformador.

© François Pérez Ayrault
2023

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